Para una empresa de logística que no haya considerado seriamente su impacto en el medio ambiente puede llegar a ser muy complejo diferenciarse de la competencia.
La lucha contra el cambio climático y por la conservación del medio ambiente se ha vuelto uno de los puntos más importantes a considerar por empresas en todos los sectores. Esto incluye también a las actividades relacionadas con la logística, pues la extensión y complejidad de una cadena de suministro regular la puede convertir en una de las mayores emisoras de carbono en el mundo.
Se trata también de una evolución natural de las empresas de logística, tal y como está descrita en una pieza del MIT Sloan Management Review. La organización plantea que una cadena de suministro puede pasar por cuatro etapas en su estilo de gestión, cada una más compleja y demandante que la anterior.
La primera es operar conforme a la ley, el mínimo requisito necesario para cualquier empresa del sector. La segunda es operar con integridad, que es lo mismo que hacer lo que es éticamente correcto. La tercera fase se refiere a la responsabilidad, optando activamente por llevar a cabo proyectos que prioricen objetivos y métodos positivos, minimizando los que tengan consecuencias negativas.
Hasta después se encuentra la fase de la cadena de suministro sustentable, que requiere actuar legal, ética y responsablemente además de ayudar al desarrollo del medio ambiente y la sociedad en el largo plazo. Alcanzar este punto requiere definir metas claras que tengan un impacto positivo en el ecosistema, así como ligar estos objetivos al desempeño diario.
De acuerdo con The Logistics Operational Guide (LOG), también implica atender múltiples áreas de operación. Como ya se dijo, la logística y las cadenas de suministro tienden a ser no solo de alcance global, sino también tener una importante complejidad en su operación, implementación y mejora.
En el contexto de la creación de una cadena de suministro más sustentable y verde, LOG señala que hay varios aspectos a considerar. Específicamente, los cinco siguientes:
Lo anterior podría parecer un reto imposible de abordar. Pero hay algunas áreas sencillas en las que las empresas de logística pueden empezar para tener resultados concretos en el mediano plazo:
Como lo señala The Times of India, una de las razones por las que el sector logística tiene un impacto medioambiental tan alto es por la quema de combustibles fósiles por la mayoría de sus medios de transporte de mercancías. En este sentido, buscar sustitutos verdes tiende a ser una actividad muy redituable en términos de sustentabilidad.
Algunas de las alternativas verdes de combustible más interesante son el hidrógeno y los vehículos eléctricos. Con los procesos de generación de insumos necesarios, se pueden eliminar por completo las emisiones. Sin embargo, como son aún tecnologías relativamente nuevas, podría ser más atractivo adoptar sistemas con mayor disponibilidad y emisiones bajas, como el gas natural.
No solo es importante cambiar la forma en la que opera el negocio para tener un efecto positivo en el medio ambiente, también se vuelve necesario adoptar medidas de eficiencia energética y de mejor aprovechamiento de insumos. De esta forma, se pueden obtener grandes resultados en materia de sustentabilidad al tiempo que se mejoran los márgenes de ganancia.
Según Planet Together, entre las acciones más comunes está reducir el material que se usa en cada empaque, así como reducir prácticas de “seguridad” como el mantener suministros e inventarios por encima de los necesarios, que pueden llegar a incrementar notablemente los costos (financieros y ambientales) solo por permanecer ociosos.
Por último, es crucial que una cadena de suministro invierta con fuerza en sistemas que le ayuden a tener una operación más eficiente en el día a día. Por ejemplo, cuando las rutas de entrega o la forma en la que se administran los almacenes son mucho más intuitivas, rápidas y fáciles de manejar, se tienden a recortar costos y emisiones de carbono.
Para ello es crucial invertir en tecnología para la visibilización y monitoreo de la cadena de suministro. Será muy difícil para las empresas mejorar un proceso del que no se tiene suficiente información o un panorama lo suficientemente completo. Así, los sistemas tecnológicos juegan un rol crucial en el ecosistema.
Para una empresa de logística que no haya considerado seriamente su impacto en el medio ambiente puede llegar a ser muy complejo diferenciarse de la competencia.
La lucha contra el cambio climático y por la conservación del medio ambiente se ha vuelto uno de los puntos más importantes a considerar por empresas en todos los sectores. Esto incluye también a las actividades relacionadas con la logística, pues la extensión y complejidad de una cadena de suministro regular la puede convertir en una de las mayores emisoras de carbono en el mundo.
Se trata también de una evolución natural de las empresas de logística, tal y como está descrita en una pieza del MIT Sloan Management Review. La organización plantea que una cadena de suministro puede pasar por cuatro etapas en su estilo de gestión, cada una más compleja y demandante que la anterior.
La primera es operar conforme a la ley, el mínimo requisito necesario para cualquier empresa del sector. La segunda es operar con integridad, que es lo mismo que hacer lo que es éticamente correcto. La tercera fase se refiere a la responsabilidad, optando activamente por llevar a cabo proyectos que prioricen objetivos y métodos positivos, minimizando los que tengan consecuencias negativas.
Hasta después se encuentra la fase de la cadena de suministro sustentable, que requiere actuar legal, ética y responsablemente además de ayudar al desarrollo del medio ambiente y la sociedad en el largo plazo. Alcanzar este punto requiere definir metas claras que tengan un impacto positivo en el ecosistema, así como ligar estos objetivos al desempeño diario.
De acuerdo con The Logistics Operational Guide (LOG), también implica atender múltiples áreas de operación. Como ya se dijo, la logística y las cadenas de suministro tienden a ser no solo de alcance global, sino también tener una importante complejidad en su operación, implementación y mejora.
En el contexto de la creación de una cadena de suministro más sustentable y verde, LOG señala que hay varios aspectos a considerar. Específicamente, los cinco siguientes:
Lo anterior podría parecer un reto imposible de abordar. Pero hay algunas áreas sencillas en las que las empresas de logística pueden empezar para tener resultados concretos en el mediano plazo:
Como lo señala The Times of India, una de las razones por las que el sector logística tiene un impacto medioambiental tan alto es por la quema de combustibles fósiles por la mayoría de sus medios de transporte de mercancías. En este sentido, buscar sustitutos verdes tiende a ser una actividad muy redituable en términos de sustentabilidad.
Algunas de las alternativas verdes de combustible más interesante son el hidrógeno y los vehículos eléctricos. Con los procesos de generación de insumos necesarios, se pueden eliminar por completo las emisiones. Sin embargo, como son aún tecnologías relativamente nuevas, podría ser más atractivo adoptar sistemas con mayor disponibilidad y emisiones bajas, como el gas natural.
No solo es importante cambiar la forma en la que opera el negocio para tener un efecto positivo en el medio ambiente, también se vuelve necesario adoptar medidas de eficiencia energética y de mejor aprovechamiento de insumos. De esta forma, se pueden obtener grandes resultados en materia de sustentabilidad al tiempo que se mejoran los márgenes de ganancia.
Según Planet Together, entre las acciones más comunes está reducir el material que se usa en cada empaque, así como reducir prácticas de “seguridad” como el mantener suministros e inventarios por encima de los necesarios, que pueden llegar a incrementar notablemente los costos (financieros y ambientales) solo por permanecer ociosos.
Por último, es crucial que una cadena de suministro invierta con fuerza en sistemas que le ayuden a tener una operación más eficiente en el día a día. Por ejemplo, cuando las rutas de entrega o la forma en la que se administran los almacenes son mucho más intuitivas, rápidas y fáciles de manejar, se tienden a recortar costos y emisiones de carbono.
Para ello es crucial invertir en tecnología para la visibilización y monitoreo de la cadena de suministro. Será muy difícil para las empresas mejorar un proceso del que no se tiene suficiente información o un panorama lo suficientemente completo. Así, los sistemas tecnológicos juegan un rol crucial en el ecosistema.
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