Si bien se necesita de una cooperación integral con los gobiernos, las empresas que se dedican al comercio pueden empezar a trabajar en algunos puntos clave.
Entre el impacto de la COVID-19 durante 2020 y la súbita alza de demanda a escala global en 2021, han quedado al descubierto algunos de los vicios y errores estructurales más grandes de la industria logística internacional y del sistema comercial en general.
Uno de los problemas más graves en este contexto es que la infraestructura de muchas operaciones comerciales, tanto de importación como de exportación, se encuentra desactualizada. El Foro Económico Mundial (WEF) menciona que en algunas empresas, países y proyectos de comercio global aún hay sistemas que no están optimizados para las necesidades de hoy en día.
Algunos de estos problemas solo pueden ser abordados por los gobiernos. Por ejemplo, el Fondo menciona que el bloqueo al Canal de Suez mostró los peligros de tener un único canal estrecho de transporte marítimo en una zona. En Estados Unidos, agrega, muchas carreteras son viejas y varios puertos solo pueden dar servicio a embarcaciones más pequeñas que el promedio actual.
En esta vertical ya hay acciones, o al menos conciencia, de que debe hacerse algo. El Caspian Policy Center informaba a las autoridades a finales del 2020 que, para aprovechar el potencial comercial de la región de Asia Central, había que invertir en la modernización de sus procesos. Y el Comité de Presupuesto de la Casa de Representantes estadounidense ya ha dicho que se necesita una inversión agresiva de parte del gobierno federal para modernizar la infraestructura nacional.
No hay mucho que las empresas, como agentes privados, puedan hacer en este rubro sin el apoyo o la coordinación de los gobiernos. Sin embargo, el WEF también advierte que hay muchos problemas de infraestructura comercial anticuada dentro de las corporaciones.
Entre los problemas más comunes que describe el Fondo, está el uso de centrales de datos antiguas, silos de información entre las distintas áreas operativas de las organizaciones, el uso de hojas de cálculo para llevar un monitoreo de procesos complejo, e incluso la insistencia de seguir usando papel y tinta para registrar y darle seguimiento a ciertas actividades.
Y aquí sí existen muchas oportunidades de mejora para los agentes privados, especialmente en términos de digitalización de procesos. El mismo Grupo de las 20 economías más grandes del mundo (G20) considera que hasta dentro de los países emergentes hay un potencial importante para potenciar el desarrollo comercial a través de este tipo de herramientas.
Sin embargo, como suele suceder en los procesos de digitalización, no basta con adoptar las tecnologías más nuevas e innovadoras esperando que puedan mejorar la infraestructura interna solo por estar ahí. Es crucial que las compañías adopten una visión estratégica en esta evolución.
En este sentido, resulta crucial que busquen el apoyo de aliados estratégicos, con experiencia en logística y exportaciones/importaciones para el caso del sector comercio internacional, que puedan orientarlos e impulsarlos en la implementación de las tecnologías digitales más adecuadas.
Pero también es importante que conozcan algunas de ellas. De acuerdo con Deloitte, el llamado Trade 4.0 se puede expresar en las empresas en estas tres verticales:
Manufactura: La integración de sistemas de análisis de datos y retroalimentación de la información permitirá a las empresas crear bienes mejor adaptados a las necesidades, gustos y preferencias de los clientes, agregando valor desde las primeras etapas de la interacción comercial.
Transporte: El monitoreo de las cadenas de suministro es crucial para darle certidumbre a clientes, proveedores y aliados estratégicos. Con ayuda del Internet de las Cosas (IoT), blockchain, drones, wearables y demás dispositivos, se puede no solo tener siempre un ojo en cada paso del trayecto. También se puede responder con mayor velocidad y eficacia a imprevistos.
Venta: Con bots, Inteligencia Artificial (IA) y tecnologías Smart, se puede elevar la experiencia de compra de los consumidores, ya sean individuos o clientes empresariales. Estas mejoras pueden crear experiencias de compra más satisfactorias y rápidas, reduciendo inconformidades con los compradores y agilizando el proceso desde la compra hasta la entrega.
Si bien se necesita de una cooperación integral con los gobiernos, las empresas que se dedican al comercio pueden empezar a trabajar en algunos puntos clave.
Entre el impacto de la COVID-19 durante 2020 y la súbita alza de demanda a escala global en 2021, han quedado al descubierto algunos de los vicios y errores estructurales más grandes de la industria logística internacional y del sistema comercial en general.
Uno de los problemas más graves en este contexto es que la infraestructura de muchas operaciones comerciales, tanto de importación como de exportación, se encuentra desactualizada. El Foro Económico Mundial (WEF) menciona que en algunas empresas, países y proyectos de comercio global aún hay sistemas que no están optimizados para las necesidades de hoy en día.
Algunos de estos problemas solo pueden ser abordados por los gobiernos. Por ejemplo, el Fondo menciona que el bloqueo al Canal de Suez mostró los peligros de tener un único canal estrecho de transporte marítimo en una zona. En Estados Unidos, agrega, muchas carreteras son viejas y varios puertos solo pueden dar servicio a embarcaciones más pequeñas que el promedio actual.
En esta vertical ya hay acciones, o al menos conciencia, de que debe hacerse algo. El Caspian Policy Center informaba a las autoridades a finales del 2020 que, para aprovechar el potencial comercial de la región de Asia Central, había que invertir en la modernización de sus procesos. Y el Comité de Presupuesto de la Casa de Representantes estadounidense ya ha dicho que se necesita una inversión agresiva de parte del gobierno federal para modernizar la infraestructura nacional.
No hay mucho que las empresas, como agentes privados, puedan hacer en este rubro sin el apoyo o la coordinación de los gobiernos. Sin embargo, el WEF también advierte que hay muchos problemas de infraestructura comercial anticuada dentro de las corporaciones.
Entre los problemas más comunes que describe el Fondo, está el uso de centrales de datos antiguas, silos de información entre las distintas áreas operativas de las organizaciones, el uso de hojas de cálculo para llevar un monitoreo de procesos complejo, e incluso la insistencia de seguir usando papel y tinta para registrar y darle seguimiento a ciertas actividades.
Y aquí sí existen muchas oportunidades de mejora para los agentes privados, especialmente en términos de digitalización de procesos. El mismo Grupo de las 20 economías más grandes del mundo (G20) considera que hasta dentro de los países emergentes hay un potencial importante para potenciar el desarrollo comercial a través de este tipo de herramientas.
Sin embargo, como suele suceder en los procesos de digitalización, no basta con adoptar las tecnologías más nuevas e innovadoras esperando que puedan mejorar la infraestructura interna solo por estar ahí. Es crucial que las compañías adopten una visión estratégica en esta evolución.
En este sentido, resulta crucial que busquen el apoyo de aliados estratégicos, con experiencia en logística y exportaciones/importaciones para el caso del sector comercio internacional, que puedan orientarlos e impulsarlos en la implementación de las tecnologías digitales más adecuadas.
Pero también es importante que conozcan algunas de ellas. De acuerdo con Deloitte, el llamado Trade 4.0 se puede expresar en las empresas en estas tres verticales:
Manufactura: La integración de sistemas de análisis de datos y retroalimentación de la información permitirá a las empresas crear bienes mejor adaptados a las necesidades, gustos y preferencias de los clientes, agregando valor desde las primeras etapas de la interacción comercial.
Transporte: El monitoreo de las cadenas de suministro es crucial para darle certidumbre a clientes, proveedores y aliados estratégicos. Con ayuda del Internet de las Cosas (IoT), blockchain, drones, wearables y demás dispositivos, se puede no solo tener siempre un ojo en cada paso del trayecto. También se puede responder con mayor velocidad y eficacia a imprevistos.
Venta: Con bots, Inteligencia Artificial (IA) y tecnologías Smart, se puede elevar la experiencia de compra de los consumidores, ya sean individuos o clientes empresariales. Estas mejoras pueden crear experiencias de compra más satisfactorias y rápidas, reduciendo inconformidades con los compradores y agilizando el proceso desde la compra hasta la entrega.
Con esta disciplina, BLK Global Logistics le orquesta servicios integrados de diferentes áreas, asegurando la ejecución coordinada de todas las actividades de las redes logísticas. Nuestros servicios de Conducción Logístika® le ayudan a orquestar equipos globales de: